jueves, 17 de mayo de 2012

EL OSO
Esta historia habla de un sastre, un zar y su oso. Un día el zar descubrió que uno de los botones de su chaqueta preferida se había caído. El zar era caprichoso, autoritario y cruel (cruel como todos los que enmarañan por demasiado tiempo en el poder), así que, furioso por la ausencia del botón mandó a buscar a su sastre y ordenó que a la mañana siguiente fuera decapitado por el hacha del verdugo.

Nadie contradecía al emperador de todas la Rusias, así que la guardia fue hasta la casa del sastre y arrancándolo de entre los brazos de su familia lo llevó a la mazmorra del palacio para esperar allí su muerte. Cuando, cayo el sol un guardiacárcel le llevó al sastre la última cena, el sastre revolvió el plato de comida con la cuchara y mirando al guardiacárcel dijo – Pobre del zar. -

El guardiacárcel no puedo evitar reírse - ¿Pobre del zar?, dijo pobre de ti tu cabeza quedará separada de tu cuerpo unos cuantos metros mañana a la mañana. - Si, lo sé pero mañana en la mañana el zar perderá mucho más que un sastre, el zar perderá la posibilidad de que su oso la cosa que más quiere en el mundo su propio oso aprenda a hablar. - ¿Tú sabes enseñarle a hablar a los osos?, preguntó el guardiacárcel sorprendido. - Un viejo secreto familiar... – dijo el sastre. Deseoso de ganarse los favores del zar, el pobre guardia corrió a contarle al soberano su descubrimiento: ¡¡El sastre sabía enseñarle a hablar a los osos!! El zar se sintió encantado. Mandó rápidamente a buscar al sastre y le ordenó: -¡¡Enséñale a mi oso a hablar nuestro gustaría complaceros pero la verdad, es que enseñar a hablar a un oso es una ardua tarea y lleva tiempo... y lamentablemente, tiempo es lo que menos tengo...

-El zar hizo un silencio, y preguntó ¿cuánto tiempo llevaría el aprendizaje? - Bueno, depende de la inteligencia del oso... Dijo el sastre. - ¡¡El oso es muy inteligente!! – interrumpió el zar – De hecho es el oso más inteligente de todos los osos de Rusia. -Bueno, musitó el sastre... si el oso es inteligente... y siente deseos de aprender... yo creo... que el
aprendizaje duraría... duraría... no menos de...... DOS AÑOS.

El zar pensó un momento y luego ordenó: - Bien, tu pena será suspendida por dos años, mientras tanto tú entrenarás al oso. ¡Mañana empezarás! - Alteza - dijo el sastre – Si tu mandas al verdugo a ocuparse de mi cabeza, mañana estarán muerto, y mi familia, se las ingeniará para poder sobrevivir. Pero si me conmutas la pena, yo tendré que dedicarle el tiempo a trabajar, no podré dedicarme a tu oso... debo mantener a mi familia. - Eso no es problema – dijo el zar – A partir de hoy y durante dos años tú y tu familia estarán bajo la protección real. Serán vestidos, alimentados y educados con el dinero de la corte y nada que necesiten o deseen, les será negado... Pero, eso sí... Si dentro de dos años el oso no habla... te arrepentirás de haber pensado en esta propuesta... Rogarás haber sido muerto por el verdugo... ¿Entiendes, verdad?. - Sí, alteza. - Bien... ¡¡Guardias!! - gritó el zar –Que lleven al sastre a su casa en el carruaje de la corte, denle dos bolsas de oro, comida y regalos para sus niños. Ya... ¡¡Fuera!!.

El sastre en reverencia y caminando hacia atrás, comenzó a retirarse mientras musitaba agradecimientos. - No olvides - le dijo el zar apuntándolo con el dedo a la frente – Si en dos años el oso no habla... – Alteza... - ...Cuando todos en la casa del sastre lloraban por la pérdida del padre de familia, el hombre pequeño apareció en la casa en el carruaje del zar, sonriente, eufórico y con regalos para todos. La esposa del sastre no cabía en su asombro. Su marido que pocas horas antes había sido llevado al cadalso volvía ahora, exitoso, acaudalado y exultante... Cuando estuvo a solas el hombre le contó los hechos.
- Estás LOCO – chilló la mujer – enseñar a hablar al oso del zar. Tú, que ni siquiera has visto un oso de cerca, ¡Estás, loco! Enseñar a hablar al oso... Loco, estás loco... - Calma mujer, calma. Mira, me iban a cortar la cabeza mañana al amanecer, ahora... ahora tengo dos años... En dos años pueden pasar tantas cosas en dos años. En dos años... – siguió el sastre - se puede morir el zar... me puedo morir yo... y lo más importante... por ahí el ¡¡oso habla!!





CODICIA


Cavando, para montar un cerco que separara mi terreno de el de mi vecino, me encontré enterrado en mi jardín, un viejo cofre lleno de monedas de oro. A mi no me interesó por la riqueza, me interesó por lo extraño del hallazgo, nunca he sido ambicioso y no me importan demasiado los bienes materiales, pero igual desenterré el cofre. Saqué las monedas y las lustré. Estaban tan sucias las pobres... Mientras las apilaba sobre mi mesa prolijamente, las fui contando...
Constituían en sí mismas una verdadera fortuna. Solo por pasar el tiempo, empecé a imaginar todas las cosas que se podrían comprar con ellas. Pensaba en lo loco que se pondría un codicioso que se topara con semejante tesoro. Por suerte, por suerte...no era mi caso... Hoy vino un señor a reclamar las monedas, era mi vecino. Pretendía sostener en un miserable que las monedas las había enterrado su abuelo, y que por lo tanto le pertenecían a él. Me dio tanto fastidio que lo maté... Si no lo hubiera visto tan desesperado por tenerlas, se las hubiera dado, porque si hay algo que a mí no me importa son las cosas que se compran con dinero, eso sí, no soporto la gente codiciosa...



TEMIDO ENEMIGO


La idea de este cuento llegó a mí escuchando un relato de Enrique Mariscal. Me permití, partir de allí prolongar el cuento transformarlo en otra historia con otro mensaje y otro sentido. Así como está ahora se lo regalé una tarde a mí amigo Norbi. Había una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfacía sólo con tenerlo, él, necesitaba además, que todos lo admiraran por ser poderoso, así como la madrastra de Blanca Nieves no le alcanzaba con verse bella, también él necesitaba mirarse en un espejo que le dijera lo poderoso que era.

Él no tenía espejos mágicos, pero contaba con un montón de cortesanos y sirvientes a su alrededor a quienes preguntarle si él, era el más poderoso del reino. Invariablemente todos le decían lo mismo: -Alteza, eres muy poderoso, pero tú sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: Él, él conoce el futuro. ( En aquel tiempo, alquimistas, filósofos, pensadores, religiosos y místicos eran llamados, genéricamente "magos"). El rey estaba muy celoso del mago del reino pues aquel no sólo tenía fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que además, el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que él existiera y viviera allí. No decían lo mismo del rey.

Quizás porque necesitaba demostrar que era él quien mandaba, el rey no era justo, ni ecuánime, y mucho menos bondadoso. Un día, cansado de que la gente le contara lo poderoso y querido que era el mago o motivado por esa mezcla de celos y temores que genera la envidia, el rey urdió un plan:

Organizaría una gran fiesta a la cual invitaría al mago y después la cena, pediría la atención de todos. Llamaría al mago al centro del salón y delante de los cortesanos, le preguntaría si era cierto que sabía leer el futuro. El invitado, tendría dos posibilidades: decir que no, defraudando así la admiración de los demás, o decir que sí, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogería la segunda posibilidad. Entonces, le pediría que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a

morir. Éste daría una respuesta, un día cualquiera, no importaba cuál. En ese mismo momento, planeaba el rey, sacar su espada y matarlo. Conseguiría con esto dos cosas de un solo golpe: la primera, deshacerse de su enemigo para siempre; la segunda, demostrar que el mago no había podido adelantarse al futuro, y que se había equivocado en su predicción. Se acabaría, en una sola noche.

El mago y el mito de sus poderes... Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el día del festejo llegó... ...Después de la gran cena. El rey hizo pasar al mago al centro y ante le silencio de todos le preguntó: - ¿Es cierto que puedes leer el futuro? - Un poco – dijo el mago. - ¿Y puedes leer tu propio futuro, preguntó el rey? - Un poco – dijo el mago. - Entonces quiero que me des una prueba - dijo el rey - ¿Qué día morirás?. ¿ Cuál es la fecha de tu muerte? El mago se sonrió, lo miró a los ojos y no contestó. - ¿Qué pasa mago? - dijo el rey sonriente -¿No lo sabes?... ¿no es cierto que puedes ver el futuro? - No es eso - dijo el mago - pero lo que sé, no me animo a decírtelo. - ¿Cómo que no te animas?- dijo el rey-... Yo soy tu soberano y te ordeno que me lo digas. Debes darte cuenta de que es muy importante para el reino, saber cuando perdemos a sus personajes más eminentes...

Contéstame pues, ¿cuándo morirá el mago del reino? Luego de un tenso silencio, el mago lo miró y dijo: - No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey... Durante unos instantes, el tiempo se congeló. Un murmullo corrió por entre los invitados. El rey siempre había dicho que no creía en los magos ni en las adivinaciones, pero lo cierto es que no se animó a matar al mago. Lentamente el soberano bajó los brazos y se quedó en silencio... Los pensamientos se agolpaban en su cabeza. Se dio cuenta de que se había equivocado. Su odio había sido el peor consejero. - Alteza, te has puesto pálido. ¿Qué te sucede? – preguntó el invitado. - Me siento mal - contestó el monarca – voy a ir a mi cuarto, te agradezco que hayas venido. Y con un gesto confuso giró en silencio encaminándose a sus habitaciones... El mago era astuto, había dado la única respuesta que evitaría su muerte. ¿Habría leído su mente? La predicción no podía ser cierta. Pero... ¿Y si lo fuera?... Estaba aturdido Se le ocurrió que sería trágico que le pasara algo al mago camino a su casa.
El rey volvió sobre sus pasos, y dijo en voz alta: - Mago, eres famoso en el reino por tu sabiduría, te ruego que pases esta noche en el palacio pues debo consultarte por la mañana sobre algunas decisiones reales. - ¡ Majestad!. Será un gran honor... – dijo el invitado con una reverencia. El rey dio órdenes a sus guardias personales para que acompañaran al mago hasta las habitaciones

de huéspedes en el palacio y para que custodiasen su puerta asegurándose de que nada pasara... Esa noche el soberano no pudo conciliar el sueño. Estuvo muy inquieto pensando qué pasaría si el mago le hubiera caído mal la comida, o si se hubiera hecho daño accidentalmente durante la noche, o si, simplemente, le hubiera llegado su hora. Bien temprano en la mañana el rey golpeó en las habitaciones de su invitado.


Él nunca en su vida había pensado en consultar ninguna de sus decisiones, pero esta vez, en cuánto el mago lo recibió, hizo la pregunta... necesitaba una excusa. Y el mago, que era un sabio, le dio una respuesta correcta, creativa y justa. El rey, casi sin escuchar la respuesta alabó a su huésped por su inteligencia y le pidió que se quedara un día más, supuestamente, para "consultarle" otro asunto... (obviamente, el rey sólo quería asegurarse de que nada le pasara).

El mago – que gozaba de la libertad que sólo conquistan los iluminados – aceptó... Desde entonces todos los días, por la mañana o por la tarde, el rey iba hasta las habitaciones del mago para consultarlo y lo comprometía para una nueva consulta al día siguiente. No pasó mucho tiempo antes de que el rey se diera cuenta de que los consejos de su nuevo asesor eran siempre acertados y terminara, casi sin notarlo, teniéndolos en cuenta en cada una de las decisiones. Pasaron los meses y luego los años. Y como siempre... estar cerca del que sabe vuelve el que no sabe, más sabio. Así fue: el rey poco a poco se fue volviendo más y más justo. Ya no era despótico ni autoritario. Dejó de necesitar sentirse poderoso, y seguramente por ello dejó de necesitar demostrar su poder.

Empezó a aprender que la humildad también podía ser ventajosa empezó a reinar de una manera más sabia y bondadosa. Y sucedió que su pueblo empezó a quererlo, como nunca lo había querido antes. El rey ya no iba a ver al mago investigando por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar, porque el rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos. Un día, a más de cuatro años de aquella cena, y sin motivo, el rey recordó. Recordó aquel plan aquel plan que alguna vez urdió para matar a este su entonces más odiado enemigo
Y sé dio cuenta que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita. El rey tomó coraje y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró le dijo: - Hermano, tengo algo que contarte que me oprime el pecho - Dime – dijo el mago – y alivia tu corazón. - Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte y frente a cualquier cosa que me dijeras, porque quería que tu muerte inesperada desmitificara para siempre tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban... Estoy tan avergonzado... - Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar lo que hubiera perdido si lo hubiese hecho. Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia.

Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos. El mago lo miró y le dijo: - Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo. Pero de todas maneras, me alegra, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y bajaste tu mano sobre el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer, - el mago sonrió y puso su mano en el hombro del rey. – Como justo pago a tu sinceridad, debo decirte que yo también te mentí...


Te confieso hoy que inventé esa absurda historia de mi muerte antes de la tuya para darte una lección. Una lección que recién hoy estás en condiciones de aprender, quizás la más importante cosa que yo te haya enseñado nunca. Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes o inútiles... y sin embargo, si nos damos tiempo, terminaremos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en un momento rechazamos. Tu muerte, querido amigo, llegará justo, justo el día de tu muerte, y ni un minuto antes. Es importante que sepas que yo estoy viejo, y que mi día seguramente se acerca. No hay ninguna razón para pensar que tu partida deba estar atada a la mía. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes.

El rey y el mago se abrazaron y festejaron brindando por la confianza que cada uno sentí en esta relación que habían sabido construir juntos... Cuenta la leyenda... que misteriosamente... esa misma noche... el mago... murió durante el sueño. El rey se enteró de la mala noticia a la mañana siguiente... y se sintió desolado. No estaba angustiado por la idea de su propia muerte, había aprendido del mago a desapegarse hasta de su permanencia en el mundo.

Estaba triste, simplemente por la muerte de su amigo. ¿Qué coincidencia extraña había hecho que el rey pudiera contarle esto al mago justo la noche anterior a su muerte?. Tal vez, tal vez de alguna manera desconocida el mago había hecho que él pudiera decirle esto para quitarle su fantasía de morirse un día después. Un último acto de amor para librarlo de sus temores de otros tiempos...

Cuentan que el rey se levantó y que con sus propias manos cavó en el jardín, bajo su ventana, una tumba para su amigo, el mago. Enterró allí su cuerpo y el resto del día se quedó al lado del montículo de tierra, llorando como se llora ante la pérdida de los seres queridos. Y recién entrada la noche, el rey volvió a su habitación.
Cuenta la leyenda... que esa misma noche... veinticuatro horas después de la muerte del mago, el rey murió en su lecho mientras dormía... quizás de casualidad... quizás de dolor... quizás para confirmar la última enseñanza del maestro.





Responder en su blog lo siguiente:





1.- Personajes principales de cada cuento
EL OSO:: ( el zar, el sastre, el oso )
CODICIA:: ( vecino )
TEMIDO ENEMIGO:: ( rey y el mago )

2.- Idea principal de cada cuento
EL OSO:: Que aproechemos el tiempo que tenemos por que nadie sabe lo que puede pasar despues
CODICIA:: No ser interesados por que eso no lleva a nada bueno y
TEMIDO TIEMPO:: Tratemos de entender alos demas y fijarnos en las buenas cosas que tiene uno

3.- ¿Qué cuento se relaciona más con tu vida diaria?
El primero

4.- ¿Cuál fue el cuento que te gusto más y por que?
El Oso por que nos da entender que tenemos que aprovechar lo que tenemos y el tiempo qe tenemos

viernes, 4 de mayo de 2012

COMO CRECER?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.

Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...


ANIMARSE A VOLAR

 ..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo: -Hijo mío, no todos nacen con alas.

Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado. -Pero yo no sé volar – contestó el hijo. -Ven – dijo el padre. Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña. -Ves hijo, este es el vacío.

Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás... El hijo dudó. -¿Y si me caigo? -Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente dijeron: -¿Estás loco?-¿Para qué? -Tu padre está delirando... -¿Qué vas a buscar volando? -¿Por qué no te dejas de pavadas? -Y además, ¿quién necesita?

Los más lúcidos también sentían miedo: -¿Será cierto? -¿No será peligroso? -¿Por qué no empiezas despacio? -En todo casa, prueba tirarte desde una escalera. -...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...

Desplegó sus alas. Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra... Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre: -¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó. -Hijo mío – dijo el padre –

Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo. Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.



EL BUSCADOR
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador Un buscador es alguien que busca.

No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda. Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir.

Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada…

Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra.

Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.

El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años.

Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar. - No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre.

Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?…

Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba.

Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.



1.- ¿Cúal es la idea Principal de cada Cuento?


COMO CRECER?  Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena.
ANIMARSE A VOLAR Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo. Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.
EL BUSCADOR Es costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.


2.- ¿Quién es el Buscador?
Es alguien que busca.
3.- ¿Qué se necesita para poder volar según la lectura número 2?

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo


4.-¿En que se relacionan las lecturas con tu vida?

COMO CRECER?  Que aprendamos a vivir con lo que tenemos y somos y seguir esforzandonos para salir adelante
ANIMARSE A VOLAR  Que tenemos en la vida que pasar por momentos dificiles y tenemos que sobresalir y arriesgarnos para obtener lo que queremos
EL BUSCADOR Que aprovechemos el tiempo que tenemos y disfrutemos las cosas que nos pasan en la vida

5.- ¿Cuál lectura te gusto más y por que?

La 2da lectura por que habla de como tenemos que arriesgar para coseguir algo que deseamos.

jueves, 26 de abril de 2012


El Toloache
Leyenda mexicana



Mucho tiempo antes de la conquista de México por los españoles, vivía en este país un poderoso rey, padre de siete príncipes.

Todos, como hijos de serrallo, tenían poco más o menos, la misma edad.

Una noche, cuando el Rey dormía tranquilamente en su tienda, fue despertado por los lamentos de una niña, que desnuda y hambrienta, había llegado, nadie sabía de dónde, al lugar donde el rey descansaba.

Conmovido éste por su extraordinaria belleza, la adoptó y educó con el cariño de un padre. La niña crecía y su maravillosa belleza aumentaba, llegando a convertirse en una criatura tan fascinadora, que los siete hijos del rey se enamoraron apasionadamente de ella.

Desde entonces la paz dejó de reinar en el palacio y entre los hermanos se desencadenaron los celos y el odio.

La joven, aunque los quería a todos, no amaba a ninguno, y los príncipes, para decidir cuál se casaría con ella, acoraron citarse para un combate fratricida, del que sólo pudiera sobrevivir uno de ellos.

Cuando el rey se enteró de lo acordado, y creyendo que no había otro medio para impedirlo, ordenó a sus servidores que quitasen la vida a la hermosa doncella. Siguiendo éstos las órdenes de su señor, se la llevaron al monte, y allí creyéndole muerta la abandonaron malherida.

Cuando la joven recobró el sentido, atemorizada, corrió sin rumbo a través de la selva; sus pupilas se dilataban, intentando ver en la oscuridad, y sus párpados se ennegrecieron por el terror. Entonces salió la Luna llena y el toloache abrió sus flores.

Una de ellas habló, ofreciendo refugio a la fugitiva, y ésta, reduciéndose prodigiosamente de tamaño, se introdujo en el seno de la flor. En el cáliz de la flor sanaron sus heridas y encontraron alivio sus dolores.

Desde entonces el toloache adquirió sus facultades maravillosas. Su jugo ensombrece los párpados y dilata las pupilas; aplicada a la piel calma los dolores y, tomando la hierba en infusión, puede hacer dormir, e incluso matar.

Desde entonces, para ocultar a su protegida, sólo abre sus flores las noches de plenilunio, y ni los príncipes, sus siete enamorados, que la buscaron transformados en mariposas, pueden encontrarla, porque los insectos nunca se acercan al toloache, saben muy bien que el aroma de sus flores causa la muerte a quienes la aspiran.



Actividad.



Responde las siguientes preguntas en tu BLOG.



1-¿Qué idea pretende trasmitir el autor?

Que no importa la apariencia y ayudar a quien lo necesita porque algún día necesitaremos de ellos y pensar bien las cosas antes de tomar una decisión apresurada que podremos lamentar después.



2- ¿Qué frases resumen mejor los motivos del autor?

Los insectos nunca se acercan al toloache, saben muy bien que el aroma de sus flores causa la muerte a quienes la aspiran

3.- Que párrafo te gusto más, trata de parafrasearlo e intentar explicarlo con tus propias palabras

El ultimo (párrafo 11), por que el toloache se convirtió en algo hermoso, para proteger a la joven y ninguno de los príncipes que se convirtieron en mariposas podrán encontrarla ya que si se acercan a la flor morirán  por eso el toloache abre sus flores solo cuando hay luna llena



4.- ¿De qué otra manera se podría expresar las ideas del autor?
Sobre la planta que es una especie rara y venenosa

viernes, 20 de abril de 2012


Tarea
Instrucciones: Explica los siguientes refranes.
1. A gran subida, gran caída.
Uno que se creé mucho y presume que tiene todo y cree que es duradero y un día menos esperado podría perderlo todo.

2. A mucho hablar, mucho errar.
Que el que habla mucho solo dice y hace errores.

3. Bien predica quien bien vive.
Uno es el reflejo de cómo vivimos.

4. Comida reposada y cena paseada.
Se dan recomendaciones para después de comer. Tras la comida de mediodía conviene un pequeño descanso; en cuanto a la cena, conviene dejar un espacio de tiempo para finalizar la digestión antes de acostarse y así poder dormir mejor.
5. Cosa fea, ni se haga ni se aprenda.
Lo que se mira mal no se deve de imitar,y tratar de hacer cosas buenas.
6. De los escarmentados nacen los avisados.
Que utilicemos las experiencias pasadas para evitar dificultades futuras.
7. Dos gorriones en una espiga, hacen mala miga.
dos personas hablan mal de una persona.

 

8. El que mucho corre, pronto se cansa.
El que quiere ser primero en todo, pero no llega a ningún lado, no hace nada importante.

9. El que tiene el tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino.
No se debe criticar, nunca a nadie.
10. Haz la noche noche y el día día y vivirás con alegría.
todo tiene que ir a su tiempo sin presiones.

II.- Lee el siguiente párrafo y responde las preguntas.
Competencia disciplinar: Utiliza lenguajes y operaciones simbólicas, formales y técnicas.
El brahmán y su mangosta
La mujer de cierto brahmán, teniendo precisión de ir a comprar cebada al pueblo vecino, dejó a su hijito al cuidado de su marido, y se fue. En esta ocasión, el rey hizo llamar al brahmán para proceder a un sacrificio.
Cuando recibió aquella invitación, el brahmán, que era pobre, se dijo: “Cuando se trata de realizar una buena acción debe uno darse prisa, pues, de lo contrario, el tiempo se lleva el fruto de la obra. Pero aquí no tengo a nadie que cuide del niño. ¿Qué voy a hacer?... Voy a confiárselo a esta mangosta, a la que doy de comer hace mucho tiempo y a la que quiero como si fuera hija mía”. Así lo hizo y se fue al sacrificio.
La mangosta vio de pronto a una negra serpiente que se dirigía a la cuna del niño. Se lanzó valientemente al reptil y aplicándole sus puntiagudos dientes a la garganta lo mató.
Cuando vio regresar al brahmán, corrió a su encuentro, con la boca y las patas ensangrentadas y se arrastró a sus pies.
El brahmán, viéndola en aquel estado, creyó que había matado a su hijo y mató a la mangosta.
Entró rápidamente en su casa, allí vio a su hijo sano y salvo y a la serpiente muerta.
Comprendió entonces que la mangosta había salvado a su hijo, y viendo que había castigado con la muerte al gracioso animal que le había conservado lo que él tenía de más querido en el mundo, cayó en profundo abatimiento.
Nunca debemos dejarnos llevar de la cólera antes de conocer la verdad; porque la verdad, a veces, tiene engañosas apariencias.

Anota tres reflexiones que sean útiles para tu vida:
Si hoy estás feliz disfruta de ello, no temas, sólo vívelo, ya tendrás tiempo de buscar soluciones si algo sale mal; no te agobies pensando en el futuro. Lo que suceda el día de mañana es desconocido y eso puede asustar, pero hoy vives el día de hoy. Disfruta del día que estás viviendo hoy.
"¿El tiempo es: lento, rápido, largo, corto o eterno?
•El Tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan…
•El Tiempo es demasiado rápido para aquellos que temen…
•El Tiempo es demasiado largo para aquellos que sufren…
•El Tiempo es demasiado corto para aquellos que celebran…"
La libertad, como el baño, es algo que debe practicarse todos los días.

sábado, 24 de marzo de 2012


1 Las funciones sociales de las artesanías están determinadas por:

a) Los industriales.
b) El gobierno.

c) Los artesanos y los consumidores.



2 La historia del encaje de Bélgica data del siglo:

a) XIII
b) XIV

c) XV



3 ¿A qué esposa regaló el encaje Enrique VIII?

a) Ana Bolena en 1549.
b) Catalina Parr en 1546.

c) Margarita de Anjou en 1541.



4 El encaje al bolillo data de:

a) siglo XIV
b) siglo XV

c) siglo XVI



5 El encaje al ganchillo data del siglo:

a) XIX
b) XVIII

c) XVII
d) XVI


6 El material de que están hechas las agujas es:

a) fierro
b) acero inoxidable

c) cobre
d) cromo



7 El máximo de hilos utilizados en el encaje al bolillo varía entre:
a) l y 4
b) 4 y l200


8 Las canciones picarescas cuyo ritmo ayuda a la labor fueron tomadas de:

a) El Nuevo Testamento.
b) La vida de los santos.

c) El Tellingen.
d) Las novelas de caballería.

e) El refranero popular.


viernes, 16 de marzo de 2012

TEMA 3 Prueba # 1 con 600 palabras


En 1894 Edison vendió su kinetoscopio. Una máquina que usaba un rollo continuo de filmación de aproximados 12 metros de celuloide hecho por George Eastman en su compañía Kodak.

El observador se asomaba a través de unos lentes de aumento a imágenes iluminadas con luz eléctrica.

Edison tenía poco interés en la proyección de fotos móviles para grandes reuniones de gente. Estaba convencido que era un entretenimiento que pronto perdería su atractivo y que podría hacerse mucho más dinero teniendo un solo espectador.

Para producir fotos para su kinetoscopio, Edison tenía trabajadores construyendo un cinetógrafo, cámara especial para fotos móviles, grueso y pesado. El cinetógrafo estaba fijo en un estudio donde la gente y los objetos se pasaban enfrente para filmarlos.

Los hermanos Auguste y Louis Lumiere vieron el cinetógrafo de Edison en 1894 y decidieron hacer una máquina que pudiera fotografíar y proyectar un film de celuloide que costara y pesara una fracción de la máquina de Edison.

Hecho que lograron en diciembre de 1895 al realizar su primera proyección para una audiencia pagada.

El dispositivo Lumiere llamado cinematógrafo dio nombre a lo que hoy es mundialmente conocido como cine.

Por ser portátil y barato hizo posible que las fotos móviles fueran proyectadas en todo el mundo.

Edison comprendió que se había equivocado al limitar su medio a una atracción individual.

EUA y Francia, países responsables de la invención de las punturas móviles, pelearon por la dominación mundial de este medio por décadas, hasta que la primera Guerra Mundial redujo la producción fílmica francesa y ésta perdió el control de sus mercados.






1. ¿Cuánto tiempo duró el proceso de invención del cine?
un año (1894 - 1895)

2.¿ Escribe tres apellidos de personas relacionadas con el proceso:
Edison, Auguste y Louis Lumiere

3. ¿Apunta los tres países donde se iniciaron trabajos simultánea¬mente al respecto del mismo proceso en cuestión.
EUA y Francia, países responsables de la invención fue expandida mundialmente

4. ¿Cuántas fotos por segundo "disparaba" el rifle inventado en 1880?
usaba un rollo continuo de filmación de aproximados 12 metros de celuloide

5. ¿De qué tamaño eran las "vistas" del aparato que permitió la primera "fotografía parlante"?
12 metros, un film de celuloide que costara y pesara una fracción de la máquina de Edison.

6. ¿En qué se equivocó Edison al tratar de hacer dinero?
Edison comprendió que se había equivocado al limitar su medio a una atracción individual.

7. ¿Qué característica principal tuvo la audiencia que presenció la primera proyección del cinematógrafo europeo?
Su primera proyección para una audiencia pagada.
El dispositivo Lumiere llamado cinematógrafo dio nombre a lo que hoy es mundialmente conocido como cine.
Por ser portátil y barato hizo posible que las fotos móviles fueran proyectadas en todo el mundo.


8. ¿Qué país perdió la dominación mundial de la invención y por qué?
EUA y Francia, países responsables de la invención de las punturas móviles, pelearon por la dominación mundial de este medio por décadas, hasta que la primera Guerra Mundial redujo la producción fílmica francesa y ésta perdió el control de sus mercados.

viernes, 9 de marzo de 2012

Lluvia, Lluvia, aléjate

-Ahí está otra vez -dijo Lillian Wright, ajustando las celosías-. Ahí está, George.
-¿Ahí está quién? -preguntó su esposo, tratando de obtener un contraste satisfactorio en el
televisor para ver el partido de béisbol.
-La señora Sakkaro -respondió Lillian, y para impedir el inevitable «¿quién es ésa?» se apresuró
a añadir-: La nueva vecina, por amor de Dios.
-Ah.
-Tomando el sol. Siempre tomando el sol. Me pregunto dónde estará su hijo. Habitualmente
está fuera, en un día tan bonito como éste, jugando en ese patio inmenso y tirando la pelota
contra la casa. ¿No le has visto nunca, George?
-Le he oído. Es una versión de la tortura china de la gota de agua. Un golpe en la pared, un
golpe en el suelo, un golpe en la mano. Blam, bang, paf...
-Es un chico agradable, tranquilo y bien educado. Ojalá Tommie entablara amistad con él. Tiene
la edad apropiada. Unos diez años, diría yo.
-No sabía que Tommie tuviese problemas para entablar amistades.
-Pero es difícil con los Sakkaro. Son muy reservados. Ni siquiera sé qué hace el señor Sakkaro.
-¿Por qué tienes que saberlo? No te incumbe lo que hace.
-Es raro que nunca lo vea salir a trabajar.
-A mí nadie me ve salir a trabajar.
-Tú te quedas en casa a escribir. ¿Qué hace él?
-Sin duda, la señora Sakkaro sabe qué hace su esposo y le fastidia no saber qué hago yo.
-Oh, George. -Lillian se alejó de la ventana y miró con disgusto

al televisor. (Schoendienst era el bateador)-. Creo que deberíamos intentarlo. El vecindario
debería intentarlo.
-¿Intentar qué? -George estaba repantigado en el sillón, con una Coca-Cola en la mano, recién
abierta y chorreando por la humedad.
-Conocerlos.
-¿No lo intentaste ya cuando llegaron? Me dijiste que habías ido a visitarlos.
-Los saludé, pero ella acababa de mudarse y todavía estaba muy atareada, así que eso fue todo.
Han pasado dos meses y lo único que hacemos es saludarnos. Es muy rara.
-¿Ah, sí?
-Siempre está mirando al cielo. La he visto cien veces, y nunca sale si está nublado. Una vez,
cuando el chico estaba jugando fuera, le ordenó que entrara, gritándole que iba a llover. La oí
por casualidad y salí deprisa, pues tenía ropa tendida. Hacía un sol aplastante. Y, sí, había
algunas nubecillas, pero nada más.
-¿Y luego llovió?
-Claro que no. Salí corriendo al patio para nada.
George estaba enfrascado en el alboroto que había provocado un fallo de un jugador. Cuando
terminó la algarabía y mientras el lanzador procuraba recobrar la compostura, George le
comentó a Lillian, que entraba en la cocina:
-Bueno, como son de Arizona, no creo que conozcan nubes de otro tipo.
Lillian regresó a la sala, taconeando.
-¿De dónde?
-De Arizona, según Tommie.
-¿Cómo lo supo Tommie?
-Habló con el chico mientras jugaban a la pelota, y él le dijo a Tommie que venían de Arizona y
luego lo llamaron desde la casa. Al menos, Tommie dice que debía de ser Arizona, Alabama o
un sitio similar. Ya sabes que Tommie no tiene buena memoria. Pero si el tiempo los pone
nerviosos supongo que son de Arizona y por eso no saben cómo tomarse un buen clima lluvioso
como el nuestro.
-¿Y por qué no me lo habías contado nunca?
-Porque Tommie me lo contó esta mañana, porque pensé que él ya te habría contado y, con
franqueza, porque creí que podrías llevar una vida normal aunque nunca lo supieses. ¡Vaya...!
La pelota se remontó hacia las tribunas y el lanzador se dio por vencido. Lillian se acercó a las
celosías.
-Tendré que conocerla mejor. Parece muy agradable... ¡Oh, Dios, mira eso, George! -George no
apartó la vista del televisor.-. Sé que está mirando esa nube. Y ahora se meterá en casa. Seguro.

Dos días después, George fue a la biblioteca a buscar unas referencias y regresó con una pila de
libros. Lillian lo recibió exultante:
-Oye, mañana no harás nada.
-Parece una afirmación, no una pregunta.
-Es una afirmación. Iremos con los Sakkaro al parque de Murphy.
-¿Con...?
-Con nuestros vecinos, George. ¿Cómo es posible que nunca recuerdes el apellido?
-Soy un superdotado. ¿Y cómo ha sido eso?
-Esta mañana fui a su casa y toqué el timbre.
-¿Así de fácil?
-No creas. Fue difícil. Estuve allí, vacilando y con el dedo sobre el timbre, hasta que comprendí
que era preferible llamar y no que alguien abriera la puerta y me sorprendiera plantada allí
como una boba.
-¿Y ella no te echó?
-No. Fue amabilísima. Me invitó a entrar, me reconoció, se alegró de que la visitara.
-Y tú le sugeriste lo de ir al parque.
-Sí. Pensé que todo sería más fácil si sugería un sitio donde los niños pudieran divertirse. A ella
no le gustaría estropearle a su hijo una oportunidad así.
-Psicología materna.
-Pero tendrías que ver su casa.
-Ah. Había un motivo para todo esto. Ahora lo entiendo. Querías hacer una inspección
completa. Por favor, no me comentes la combinación de colores. No me interesan cómo son las
colchas y puedo prescindir de toda alusión al tamaño de los armarios.
El secreto de la felicidad de su matrimonio era que Lillian no le prestaba atención a George.
Comentó la combinación de colores, describía las colchas y precisó las medidas exactas de los
armarios.
-¡Y todo muy limpio! Nunca he visto un lugar tan ínmacualdo.
-Pues si llegas a conocerla bien te crearás unas exigencias imposibles y tendrás que dejar de
verla sólo para protegerte.
-La cocina -continuó Lillian, sin prestarle atención- estaba tan resplandeciente como sí nunca la
hubieran usado. Le pedí un vaso de agua y ella puso el vaso bajo el grifo con tal habilidad que
ni una gota cayó en el fregadero. No era afectación; lo hizo tan espontáneamente que comprendí
que siempre lo hacía de ese modo. Y cuando me entregó el vaso lo sostenía con una servilleta
limpia. Aséptica como un hospital.
-Debe de ser insoportable. ¿Aceptó venir con nosotros sin vacilar?
-Bueno..., no sin vacilar. Llamó a su esposo para preguntarle cuál era el pronóstico del tiempo y
él dijo que los periódicos anunciaban cielo despejado para mañana, pero que estaba esperando el último informe de la radio.
-Todos los periódicos lo decían, ¿eh?
-Desde luego; todos publican el informe oficial, así que todos concuerdan. Pero creo que ellos
están suscritos a todos los periódicos. Al menos, yo he visto el paquete que deja el repartidor...
-No te pierdes detalle, ¿no?
-De cualquier modo -siguió Lillian con severidad-, ella llamó a la oficina de meteorología y
pidió las últimas noticias. Se las comunicó a su esposo y dijeron que irían, aunque nos
telefonearían si había cambios imprevistos en el tiempo.
-De acuerdo. Entonces, iremos.
Los Sakkaro eran jóvenes y agradables, morenos y guapos. Mientras atravesaban la calzada para
ir hasta el automóvil de los Wright, George se inclinó hacia su esposa y le susurró al oído:
-Así que la razón es él.
-Ojalá fuera así. ¿Lo que lleva es una bolsa?
-Una radio portátil. Sin duda para escuchar los pronósticos del tiempo.
El pequeño Sakkaro venía corriendo detrás, agitando algo que resultó ser un barómetro
aneroide, y los tres se subieron al asiento trasero. Entablaron una charla sobre temas
impersonales que se prolongó hasta que llegaron al parque de Murphy.
El niño Sakkaro era tan cortés y razonable que incluso Tommie Wright, apretujado entre sus
padres en el asiento delantero, siguió su ejemplo y adoptó una apariencia civilizada. Lillian no
recordaba haber disfrutado de un viaje tan apacible.
No la molestaba en absoluto que el señor Sakkaro tuviera la radio encendida, aunque en un
volumen inaudíble, y nunca le vio llevársela al oído.
Hacía un día delicioso en el parque, caluroso y seco sin llegar a ser bochornoso, con un sol
alegre y brillante en un cielo muy azul. Ni siquiera el señor Sakkaro, que no dejaba de
inspeccionar el cielo ni de mirar el barómetro, parecía encontrar motivos de queja.
Lillian llevó a los niños a la parte de las atracciones y les compró billetes suficientes para que
disfrutaran de todas las emociones centrífugas que ofrecía el parque.
-Por favor -le dijo a la señora Sakkaro cuando ésta se opuso-, invito yo. La próxima vez le
tocará a usted.
Cuando regresó, George estaba solo.
-¿Dónde...?

-Allí, en el puesto de los refrescos. Les he dicho que te esperaría aquí y luego nos reuniríamos
con ellos -contestó George, en un tono sombrío.
-¿Pasa algo malo?
-No, nada malo, excepto que sospecho que él debe de ser bastante rico.
-¿Qué?
-No sé cómo se gana la vida. He insinuado...
-¿Quién fisgonea ahora?
-Lo hice por ti. Me ha dicho que se dedica simplemente a estudiar la naturaleza humana.
-¡Qué filosófico! Eso explicaría por qué reciben tantos periódicos.
-Sí, pero con un hombre apuesto y rico como vecino me parece que yo también voy a tener que
enfrentarme a unas exigencias imposibles.
-No seas tonto.
-Y no viene de Arizona.
-¿No?
-Le dije que había oído que eran de Arizona. Se sorprendió tanto que parece evidente que no. Se
echó a reír y me preguntó que si tenía acento de Arizona.
-Tiene un poco de acento -observó Lillian pensativamente-. Hay mucha gente de origen hispano
en el suroeste, así que podría ser de Arizona. Sakkaro podría ser un apellido hispano.
-A mí me parece japonés... Vamos, nos están llamando. ¡Oh, cielos, mira lo que han comprado!
Cada uno de los Sakkaro tenía tres palillos de algodón de azúcar, enormes remolinos de
empalagosa espuma rosada batida en un recipiente caliente. Se derretía dulcemente en la boca y
la dejaba pegajosa.
Los Sakkaro entregaron un palillo a cada uno de los Wright y éstos aceptaron por cortesía.
Caminaron por la avenida central, probaron suerte con los dardos, lanzaron pelotas, derribaron
cilindros de madera, se hicieron fotos, grabaron sus voces y probaron la fuerza de sus manos.
Finalmente, recogieron a los pequeños, que habían quedado reducidos a un gozoso estado de
tripas revueltas, y los Sakkaro se llevaron al suyo al puesto de los refrescos. Tommie quería un
perrito caliente y George le dio una moneda, así que el crío echó a correr.
-Francamente -dijo George-, prefiero quedarme aquí. Si les veo engullir más algodón de azúcar
me pondré verde y vomitaré. Apostaría a que se han comido una docena de palillos cada uno.
-Lo sé, y ahora están comprando más para el niño.
-Le he ofrecido a Sakkaro una hamburguesa, pero me la ha rechazado con mala cara. No es que una hamburguesa sea una gran cosa, ahora que después de tanta
golosina debe de saber a gloria.
-Lo sé. Yo le he ofrecido a ella zumo de naranja y se sobresaltó como si se lo hubiera arrojado a
la cara. Supongo que nunca han visitado un sitio como éste y necesitarán tiempo par adaptarse a
la novedad. Se atiborrarán de algodón de azúcar y no volverán a probarlo en diez años.
-Bueno, quizá. -Caminaron hacia los Sakkaro-. Mira, Lillian, se está nublando.
El señor Sakkaro tenía la radio pegada a la oreja y miraba angustiado hacia el oeste.
-Vaya, ya lo he visto -comentó George-. Uno contra cincuenta a que quiere volver a casa.
Los tres Sakkaro se le echaron encima, amables, pero insistentes. Lo lamentaban, lo habían
pasado de maravilla, los invitarían en cuanto pudieran, pero ahora tenían que irse, de verdad. Se
acercaba una tormenta. La señora Sakkaro se quejó de los pronósticos, pues todos habían
anticipado buen tiempo.
George trató de consolarlos:
-Es difícil predecir una tormenta local, pero aunque viniera duraría a lo sumo media hora.
Ante ese comentario, el pequeño Sakkaro casi rompió a llorar, y la mano de la señora Sakkaro,
que sostenía un pañuelo, tembló visiblemente.
-Vamos a casa -dijo George, resignado.
El viaje de regreso se prolongó interminablemente. Nadie hablaba. El señor Sakkaro tenía la
radio a todo volumen y pasaba de una emisora a otra, sintonizando los informes meteorológicos.
Ya todos anunciaban «chaparrones locales».
El pequeño Sakkaro chilló que el barómetro estaba bajando, y la señora Sakkaro, con la barbilla
en la palma de la mano, miró alarmada al cielo y le pidió a George que condujera más deprisa.
-Parece amenazador, ¿verdad? -observó Lillian, en un cortés intento de compartir la
preocupación de sus invitados. Pero luego George le oyó mascullar entre dientes-: ¡Habráse
visto!
El viento levantaba una polvareda cuando llegaron a la calle donde vivían, y las hojas
susurraban de un modo amenazador. Un relámpago cruzó el firmamento.
-Estarán en casa dentro de un par de minutos, amigos. Lo conseguiremos -los tranquilizó
George.
Frenó en la puerta que daba al inmenso patio de los Sakkaro, se bajó del coche y abrió la
portezuela trasera. Creyó sentir una gota. Habían llegado justo a tiempo.

Los Sakkaro salieron a trompicones, con el rostro tenso y mascullando unas frases de
agradecimiento, y corrieron hacia la puerta como una exhalación.
-Francamente -comentó Lillian-, cualquiera diría que son...
Los cielos se abrieron arrojando goterones gigantes, como si una presa celestial hubiera
reventado. La lluvia repicó con fuerza sobre el techo del auto y a pocos metros de la puerta los
Sakkaro se detuvieron y miraron hacia arriba con desesperación.
La lluvia les emborronó, desdibujó y encogió el rostro. Los tres cuerpos se arrugaron y se
deshicieron dentro de la ropa, que se desplomó en tres montones pegajosos y mojados.
Y mientras los Wright observaban paralizados por el horror Lillian fue incapaz de dejar
incompleta la frase:
-.., de azúcar y tienen miedo de derretirse.











a) Titulo del libro ó lectura
Lluvia, lluvia, aléjate


b) Autor
Isaac Asimov


c) Biográfia del autor
Científico inglés (Woolsthorpe, Lincolnshire, 1642 - Londres, 1727).


d) Personajes Principales
Lillian Wright, Geoege Wright, Sra. y Sr. Sakkaro


e) Personajes Secundarios
Tommie (Wright) y el niño sakkaro


f) Contexto historico (En que epoca, año, tiempo se desarrolla la lectura)
Epoca Contemporanea


g) Contexto Geográfico (Lugar, región, pais donde se desarrolla la historia)
Estados Unidos


h) Resumen de la lectura
Lillian Wright Observa en la ventana a los nuevos vecinos que recien habian llegado ha vivir a lado de ellos, entonces lillian le comento a george que a ella le parecia que eran raros los Sakkaro ese era el apellido que tenian los nuevos vecinos. Entonces lillian dijoa george que seria muy bueno que empezaran a conocer a sus nuevos vecinos pero lo raro que decia lillian que tenian los sakkaro era que la señora sakkaro siempre miraba al cielo y cuando su hijo jugaba en su enorme patio derepente veia que el cielo se estaba nublando y de inmediato lo metia aunque no pareciera que fuera a llover entonces george exclamo que tal vez como venian de arizona no conocian como era el clima en esa parte donde habian llegado a vivir...
Los Sakkaro salieron a trompicones, con el rostro tenso y mascullando unas frases de
agradecimiento, y corrieron hacia la puerta como una exhalación.
-Francamente -comentó Lillian-, cualquiera diría que son...
Los cielos se abrieron arrojando goterones gigantes, como si una presa celestial hubiera
reventado. La lluvia repicó con fuerza sobre el techo del auto y a pocos metros de la puerta los
Sakkaro se detuvieron y miraron hacia arriba con desesperación.
La lluvia les emborronó, desdibujó y encogió el rostro. Los tres cuerpos se arrugaron y se
deshicieron dentro de la ropa, que se desplomó en tres montones pegajosos y mojados.
Y mientras los Wright observaban paralizados por el horror Lillian fue incapaz de dejar
incompleta la frase:
-.., de azúcar y tienen miedo de derretirse.


i) ¿En que se relaciona la lectura con tú vida cotidiana?
en nada se relaciona en mi vida


j) Opinión, Crítica ó comentario sobre la lectura
interesante porque se me hizo divertida la lectura